lunes, 6 de enero de 2014

La amenaza que promete funcionar

Es un rumor que se corre. Días atrás, un portal de política mencionó la posibilidad de que suceda algo que significaría un verdadero regreso en el tiempo: la emisión de cuasimonedas. Como se menciona aquí, parece más un elemento de presión por parte de los gobernadores que una necesidad real. Pero el solo hecho de que estemos ante la posibilidad de que regresen los patacones y LECOP, debería indicarnos que algo no está bien últimamente. 

Todos sabemos que las provincias vienen sintiendo la asfixia fiscal año a año. Y va en aumento. La sublevación de las policías provinciales va a tener un efecto nocivo en las finanzas provinciales. 
Es que no solo pasa por aumentar los salarios bajos a las fuerzas de seguridad. Es muy probable que el resto de los empleados del sector público exijan algo. Casi la totalidad del sector, ha perdido la batalla contra la inflación.. salvo raras excepciones (funcionarios de alto rango k, o miembros de "La Cámpora")

Inflación alta (que promete ser muy alta, si no hacen algo), exceso de empleos públicos, subsidios y tarifas congeladas, están empezando a desmadrar el desequilibrio fiscal que llevamos desde hace algunos años. 

Así como años de bajo crecimiento, desempleo, deflación, políticas neoliberales, endeudamiento externo y privatizaciones nos llevaron a la emisión de cuasimonedas y a déficit de balanza de pagos, estos años dorados de alto crecimiento del PBI, incremento de las reservas (hasta 2011), bajo desempleo y términos de intercambio inigualables, pero alta inflación (desde 2006 en adelante), tarifas congeladas y crecimiento del empleo privado estancado, también parecen llevarnos al mismo resultado: emisión de cuasimonedas y déficit del sector externo. 

Todo esto se une bajo un mismo denominador común: déficit fiscal -en el orden de los 4 puntos del PBI-. Aunque se quieran diferenciar de la década infame menemista, para la historia van a ser iguales o peores que el Carlo. 
Ser deficitario a cambio de endeudarse con el resto del mundo, o a cambio de endeudarse internamente es exactamente lo mismo. Las cuentas están desequilibradas y es lo que siempre nos termina llevando al típico desastre de final de una época. 
Nuestra economía nunca salió ilesa de los estragos ocasionados por el déficit de las cuentas públicas. Otros países como España, Grecia, Portugal, Irlanda o el mismísimo EEUU, sufren el déficit tanto como nosotros. En todos los casos, el efecto es nocivo. 
Acá los gobernantes siguen insistiendo con la fórmula deficitaria. 
Reducir este problema no parece ser prioritario para el Ministro de Economía. 

Como se dijo a principios de año: estamos llegando al final del camino.

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