viernes, 29 de noviembre de 2013

Kicillof al gobierno, "The Big Bang Theory" al poder!

Si, aunque la frase bien podría ser: "Kicillof al gobierno, Coqui al poder".

Los últimos cambios de gabinete K, se caracterizan por la ambigüedad: no tenemos idea para que lado podrá disparar la economía.

Sabemos que Axel no es ningún tonto. La duda es si realmente tendrá algo de autonomía, o si formará parte del extenso club de los "Lorenzinos" que quedaron boyando en las aguas de la política nacional (Peirano, Miceli, Lousteau, Fernandez, Boudou o el propio Lorenza) luego de formar parte de un Ministerio, en el cual la libertad de acción era limitada. 
En fin, lo primero que hizo el flamante ministro, fue meter gente de su confianza: ratones de universidad con anhelo de burócratas que puedan dominar el mundo. 

Tiene una ventaja: no tiene encima al secretario de comercio interior Guillermo Moreno. También borraron del mapa a la inepta Mercedes Marcó del Pont, a cambio de un funcionario de carrera que posiblemente preste un poco más de atención al desempeño de los agregados monetarios. 

La desventaja: le pusieron como Jefe a Capitanich, que según el periodismo, algo sabe de Economía. Sospechamos que habrá alguna que otra bajada de línea hacia el Ministro de Economía.  Lo bueno de Coqui, es que gracias a su llegada, el General Moreno se retiró de la escena. 

La cuestión reside en descubrir posibles remedios a la penosa situación en la que empieza a ingresar la economía nacional y popular, en la que los dólares ya no alcanzan, los subsidios tampoco, la inflación no aminora y el déficit fiscal comienza a preocupar.

Los tipos creyeron que subsidiando todo (transporte, desempleo, combustibles, tarifas e incluso el fútbol) podrían mantener feliz a la población. Sin embargo, todo comienza a caerse desde hace unos años. 
La infraestructura está en peores condiciones que al final de la crisis del 2001. El servicio de transporte público está atado con alambres. Los servicios (gas, electricidad, provisión de agua, teléfonos, etc) están al borde del colapso. Parece ridículo mencionarlo: los clubes de fútbol cooptados en 2009 por el Estado, que duplicó los ingresos por televisación, comienza a mostrar síntomas de agotamiento. También las empresas que tomó el Estado por motivos más políticos que de eficiencia, muestran balances negativos desde hace muchos años. Todo esto se resume en un par de palabras: déficit fiscal. 
Con un gobierno poco dispuesto a solucionarlo, pero más propenso a sostenerlo, a medida que los recursos se fueran agotando, la maquinita del BCRA aceleraría su marcha en ese proceso productivo tan rentable para Ciccone que todos conocemos como emisión

Es posible que los medios de comunicación sean algo injustos con Moreno: lo acusan de fracasado solo a él, cuando en realidad fracasaron todos. Si William hizo lo que hizo, es por que alguien lo dejó. No parece ser un tipo con demasiadas luces. Que sea bueno para ejecutar bajo sus métodos, no significa que lo haga con inteligencia. 

YPF

Volviendo al tema Axel, recientemente se impulsó un acuerdo con Repsol para saldar la hipotética deuda proveniente de la expropiación lanzada por el flamante ministro (cuando era ministro en las sombras). 
Al margen de las demandas provenientes del presidente de la empresa española, la realidad indica que la empresa perdió demasiado valor como para justificar esos US$ 5000 M por el 51% del paquete accionario. 

Por ende: ¿por que carajo tuvieron que llegar a la situación límite de arreglar 1 año y medio después, en este caso regalando dinero a la empresa? ¿Cómo no se llegó a un acuerdo el día después de sacada la Ley de Expropiación? (podría haber sido por monto parecido).. Seguramente afloren las excusas y las palabras vagas. Si Axel, echale la culpa a los periodistas. 
Por otro lado, no se entiende que tenían que negociar. Con una simple tasación justa se solucionaba el problema de varios meses atrás. Posiblemente habría mayor cantidad de empresas petroleras dispuestas a invertir en Vaca Muerta. Es probable que no hubiese existido un acuerdo tan turbio con Chevron (inclusive se podría haber trabajado mejor con Repsol).

Ni hablar de las declaraciones del propio Ministro, acerca de que no iban a pagarle ni un centavo a la petrolera española. De hecho, Repsol debería pagarle al Estado argentino, los daños producidos al vaciar YPF. 

Un pragmático resultó ser Axel, el economista ex-marxista, actual keynesiano y futuro admirador de Friedman. 

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