viernes, 8 de noviembre de 2013

Muerto el Rey... ¿Viva el Rey?

El martes de la semana pasada se conoció finalmente el fallo de la Corte Suprema con respecto a la constitucionalidad de una serie de artículos de la Ley de Servicios Audiovisuales (Arts. 41-45-48 y 161) y se abre a partir de ese momento una serie de interrogantes que ni Clarín ni el AFSCA puedan responder a ciencia cierta (sobre todo el AFSCA).

Es muy probable que el conflicto continúe, ya que solo se resolvió la cuestión relacionada con la constitucionalidad de una Ley aprobada por ambas cámaras en el congreso, argumento justificativo de oro para la Corte Suprema y Lorenzetti ante aprietes de Carrió y otros opositores. En definitiva, la Ley fue aprobada en el congreso, lo hubiesen discutido antes en comisión.

Sin embargo, el fallo no consistió solo en anunciar que "la ley es constitucional". El escrito de 399 páginas incluye agregados que ni el gobierno ni Sabatella esperaban, y que puede acarrear mayores consecuencias judiciales. 

Poco importa que el AFSCA sea conducido por un diputado k, en lugar de ser comandado por personal idóneo y no contaminado por el fragor de la lucha política de todos los días, o que no aprueben el pliego del funcionario que le corresponde a la oposición. 

Alejados de la cuestión política, y todo lo relacionado con la libertad de expresión, están los empleados de la empresa y los usuarios del servicio que posiblemente tengan que migrar a otro prestador, si es que hay.

Sale en un diario una interesante nota referida a las posibilidades del grupo Clarín respecto a una eventual adecuación a la Ley.

Teniendo en cuenta que para Clarín el negocio más importante recae en Cablevisión-Fibertel, se pueden tomar varios caminos.

El primero consiste en redactar un plan de adecuación, que implicaría "copiar" lo hecho por Vila y otros grupos de medios: crear una red de testaferros, hecho que la Ley permite. De ese modo podrían salvar a canal 13 y a cablevisión en un mismo distrito (CABA)
En caso de elegir esta vía, es probable que el AFSCA no acepte el plan (ya que en esto es bastante discrecional) y sobrevenga otro planteo judicial relacionado con esa cuestión.
El problema es que legalmente debería convalidarlo, ya que ha hecho lo mismo con otros grupos de medios. La ley debe ser pareja para todos. Es por eso que Sabatella se la juega a aplicar el proceso de adecuación de oficio, que le permitiría destruir al grupo. Tampoco tiene problemas en admitir que la Ley de medios estaba hecha para desbancar a Clarín y no para cumplir con sus postulados.
Clarín va a intentar no cumplir con la ley, argumentando que la ley no ha sido pareja para todos. Por eso lo correcto sería destruir a todos por igual y volver a empezar. Mientras el oficialismo insista con llevarse todo, el resultado seguirá siendo más y más planteos legales por cualquier motivo. O sea: no podés obligar a Cablevisión a entregar sus licencias si al mismo tiempo, DirecTv, que le disputa abonados al cable, opera con un solo permiso en todo el país. Otra: ¿porqué Clarín no puede tener un cable y un canal abierto y Telefónica si?

También Clarín puede vender sus activos a otros grupos. En este caso me surgen varios interrogantes: ¿a quien le va a vender sus activos? ¿a otro grupo económico? ¿a uno nuevo? ¿a la cooperativa del pueblo? ¿que activos conservará Clarín?

Si ocurre lo primero, sucederá que para que Clarín pueda cumplir con la ley, otro deberá violarla. Si Cristóbal López compra Cablevisión de Azul (es ejemplo, no se si hay cablevisión en Azul) violará la ley si es que excede el máximo de 24 licencias.

¿Se la puede vender a uno nuevo? una verdulería, un local de ropas o una panadería, son negocios que pueden aparecer y desaparecer con mucha frecuencia. Pero no creo que haya demasiados proveedores de cable y fibra óptica que puedan soportar la estructura de un mercado de características oligopólicas (como máximo) y sujeto a la regulación por parte del Estado. Ergo, el que agarre, indefectiblemente será tan monopolio como Clarín. 

Lo mismo ocurre si aparece una cooperativa o empresa local que intente quedarse con la provisión del servicio. Deberá acreditar normas de calidad exigidas, deberá adecuarse a los estándares mínimos requeridos para hacer a la provisión del servicio. En muchas localidades pequeñas, existen proveedores locales de cable. Lo que posiblemente no exista, es la calidad superior del servicio por parte de una empresa que opera a escala mayor (más canales, codificados, señales en HD, o menores tarifas). 

¿Puede Clarín inutilizar sus inversiones hundidas, entregar sus licencias pero no dejar nada? La licencia posiblemente incluya el espacio de radiodifusión, pero no la infraestructura. Quitar cables, postes, equipos, antenas, pondría en aprietos la provisión del servicio y tarifas en algunos sitios. 

Parece un chiste, pero en casi ninguna localidad Cablevisión es monopolio ya que en todas compite con DirecTV*. Habrá casi cien localidades pequeñas que deberán someterse a la TV satelital o esperar que surja algún proveedor**. Digamos que la Ley fomenta la competencia sacando empresas del mercado. 
Si Guillermo Moreno todavía sigue vivo en el gobierno, que no nos sorprenda la extraña forma de ver la economía por parte de los cracks que lanzaron esta Ley. 

Por que los tipos consideran que más del 35% del total nacional de los abonados, significa que la empresa es monopólica. ¿Estamos hablando de un mercado "nacional" o hay que dividirlo por ciudades? 

La Ley de Medios estaría dejando a buena parte de la población del país en manos de DirecTv o los conversores de TDA. 
Esta situación forzaría una posible expropiación, con sus posibles consecuencias judiciales. Y más tiempo que se perderá.

En fin, ¿por que no plantearon una Ley antimonopolio (al estilo yanqui) en lugar de incluir estas cláusulas en una Ley que debería regular contenidos, calidad del servicio y redes de telecomunicaciones? Hubiese sido un poco más limpio, y le hubiesen dado menos motivos a Clarín para defenderse jurídicamente. 

O podrían haber regulado técnicamente la provisión del servicio. Un ejemplo fantasmagórico: "a partir de determinado momento la provisión del servicio deberá ser satelital, dado que la provisión tradicional provoca congestión en la vía pública". Obligando al enemigo a competir en el campo de juego del adversario. 
Ergo, había miles de formas posibles de jaquear a la empresa de medios más grande, pero claro, esto implicaba laburar en serio. 

De hecho, estos temas debieron haberse debatido anteriormente, cuando Nestor autorizó la fusión con Multicanal. O cuando el grupo Clarín compraba cables locales mediante aplicación de políticas depredatorias. No cuando el grupo renovó licencias por 10 años. 

En el medio, como siempre... los usuarios. 

Seguiremos sin definiciones con respecto al soporte de LTE o un remake de la Ley vigente desde 2009 que no contempla la regulación del triple play o la televisión digital, pero si a las veteranas frecuencias UHF y VHF que en otros países dejaron de existir hace rato. 
Es gracioso ver como el público adquiere televisores LED o SMART TV para después desaprovecharlos totalmente mediante el uso de TV por cable analógica. 

Mientras tanto, tenemos la peor conectividad de la región (hay LTE o 4G en Bolivia), un alto porcentaje de radios truchas que invaden frecuencias legales y publicidad oficial tendenciosa en medios de comunicación afines al gobierno que de otro modo se fundirían. 
Lejos de fomentar la competencia, generan clientelismo mediático.  

EX-POST: finalmente se presentó un plan de adecuación. Resta saber si el gordito Sabatella lo aprueba. 


*Competencia que siempre gana Cablevisión ya que el uso del cable mediante red física parece más confiable que la TV satelital. Como si la gente no se animara a poner DirecTV en su casa. 


** No hay que ir muy lejos: en mi barrio solo puedo optar por la empresa del Clarinete o la tele satelital (el tercer proveedor de la ciudad no presta servicios en barrios periféricos). Si por motivos antimonopolio, Cablevisión deja el barrio, los vecinos solo podrán acudir a la empresa que queda en pie. Seguramente el argumento contrario sea: "alguna empresa va a sustituir a la que se va", pero no parece muy creíble que digamos: el tercer cableoperador que no se movió del centro de la ciudad, estará dispuesto a invertir en una zona a la que no estaba dispuesto a ir? 

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