lunes, 18 de noviembre de 2013

Las reservas van y vienen

Sabio, un profesor alguna vez dijo (hace más de 6 años): "las reservas van y vienen... lo que hoy parece una montaña de dólares, mañana se te puede ir en cuestión de semanas". Seguramente esto se escuchó en infinidad de sitios y papers que andan dando vueltas por el mundo virtual.

En ese momento, el Gobierno, con Néstor todavía a la cabeza, se echaban flores casi a diario del "poder de fuego" de las reservas de divisas, los superávit gemelos y la robustez del modelo.

Hoy, esa fogata parece estar apagándose. Aunque el llamado poder de fuego tenía como objetivo amortiguar una posible caída ante un cimbronazo externo, lo cierto es que durante esos pequeños períodos de viento en contra, cuando el mundo dio una vuelta de campana (frase hecha de funcionario o ministro durante mucho tiempo), no se esfumaron tantos dólares del BCRA como en los últimos dos años de cepo cambiario. 

La salida de divisas parece no tener retorno. Continúan los desmanejos monetarios en el BCRA que repercuten en la tasa inflacionaria que año a año se incrementa. Después podemos citar otras causas como la "puja distributiva" y otros. Entre ellos, surge con fuerza la sospecha de que los funcionarios son incapaces de hacerse cargo de la situación.  

Los pesos excedentes no parecen ser muy demandados por el público que (cuando les sobre) intentará sustituirlos por otras monedas de mayor calidad o en su defecto, consumirlos rápidamente antes de que pierdan valor. Si el consumo apunta a bienes de lujo*, indirectamente se seguirán fugando a monedas más confiables, ya que al haber inflación elevada, el tipo de cambio real se aprecia y los canales de ahorro e inversión se achican dramáticamente ocasionando falencias desde el lado de la Oferta, que no dejan otra alternativa que importar la mayoría de esos bienes. 

La solución a la incipiente fuga consistió en aplicar restricciones a la adquisición de divisas para ahorrar. Estas se endurecieron, afectando a casi la totalidad de la economía nacional. Desde autorizaciones caprichosas a las industrias que dependen de insumos importados a la prohibición de girar dividendos. O por que no, los impuestos a las compras en el exterior con tarjeta de crédito. Novedades que solo lograron profundizar las expectativas sobre el rumbo que estaban tomando los "policy makers" nacionales y populares. 

Por lo tanto, a las falencias en el lado de la Oferta que se generan por la falta de ahorro, inversión y encarecimiento de los factores productivos (o pérdida de competitividad) tenemos que sumarle la desconfianza del posible inversor en nuestra economía (al menos, mientras el gobernante continúe siendo el mismo). 
Como diría el economista Roberto Cachanosky: "Nadie entra a una cárcel, cierra la puerta y luego tira la llave bien lejos. Ingresar dólares a la Argentina con estas reglas de juego es lo mismo que meterse en la celda y luego tirar las llaves bien lejos. 

Recordemos que desde el momento en el cual Alfonso Prat Gay abandona la presidencia del BCRA, el término metas de inflación, ha sido totalmente dejado de lado por los posteriores mandos de la autoridad monetaria. Países de la región como Uruguay, Chile, Brasil, Perú o Colombia (Paraguay y Bolivia también) cumplieron a rajatabla con el inflation targeting y los resultados están a la vista: desapareció la inflación elevada, los niveles de crecimiento del producto han sido aceptables, se redujo la pobreza y el nivel de reservas de divisas creció en mayor proporción que el de las nuestras**.

Que quede claro, inflación, déficit fiscal, desmadre monetario, tienen que ver con la situación declinante de la reserva de divisas.

¿Y QUE ESTÁN ESPERANDO?

En lo que va del año, se han dilapidado US$ 10.529 M, entre venta de divisas para evitar cambios bruscos en el tipo de cambio y pago de vencimientos de deuda externa. La tendencia no parece revertirse y la único que queda por hacer es endurecer aún más el cepo cambiario y desdoblar el tipo de cambio si es que "el ala dura" del gobierno prevalece sobre las palomas, que planean volver a los mercados financieros internacionales. 

El sector de Boudou y Lorenzino, planean hacer una remake de la década de los ´90 para seguir bancando la fiesta por un par de años más. Después de todas las críticas a Cavallo, Erman González y López Murphy, deberían hacerles el honor de cerrar el pico. 

A lo mejor sería más recomendable anunciar una baja temporal en las retenciones a las exportaciones de cereales y oleaginosas para incentivar a los productores a liquidar los US$ 5.000 M que tienen almacenados a la espera de mejores condiciones. En este momento es más necesario que ingresen esos verdes a las arcas del BCRA, que el 35% que recauda el fisco por cada dólar que ingresa. Total, esos posibles pero inalcanzables $10.500 M (suponiendo una rebaja total) provenientes del impuesto pueden salir de alguna que otra olla o de la maquinita del central.
Moreno podrá quejarse a más no poder, pero la realidad es que los productores tienen un activo valuado en dólares que deben comercializar por un precio aproximadamente 150% menor al tipo de cambio blue. No parece ser un negocio muy conveniente que digamos. 
La reducción en la alícuota le daría algo de incentivo a ingresar dolares al tipo del campo que guarde granos en el silo bolsa.

Es que el gobierno ya no está en condiciones de ir por todo. De aquí en adelante deberá resignar posiciones u ofrecer mayores concesiones para lograr sus objetivos (si es que los tiene). 

No obstante, ninguno de los dos sectores dentro del Gobierno irían por el camino más conveniente a largo plazo, pero más espinoso en términos políticos. 
En otras palabras: van a tener que revertir el déficit fiscal y bajar un cambio con la emisión monetaria, absorber lo mejor posible la crisis que pueda sobrevenir a este tipo de decisiones drásticas (ej: quita de subsidios = caída en el consumo) y empezar a clarificar un poco las reglas de juego. 

Reducir el déficit fiscal, no implica solamente desarticular la maraña de subsidios que establecieron durante la década ganada. El Estado se agrandó demasiado al punto de contar con un 54% más de empleados públicos que hace 10 años, muchos de los cuales son ñoquis de "La Cámpora" o producto del asistencialismo (desempleo encubierto). Es inviable el funcionamiento del Estado con tal ineficiencia.
Se entiende que es muy difícil remover una porción de la planta de empleados públicos, o al menos "políticamente incorrecto". Pero es una de las causas del desmadre fiscal.
Podríamos hablar de "década ganada" si al menos la mitad de esos nuevos empleados públicos hubiesen sido tomados en el sector privado.
Además, suponiendo que venga un nuevo Lopez Murphy, el recorte no es posible realizarlo en 2 o 5 años: lleva muchísimo tiempo insertar parte de la plantilla excesiva de empleados estatales en el sector privado. 

También tienen la opción de ajustar la variable cambiaria para no dejar que la competitividad se siga esfumando, pero esto conlleva un alto riesgo de un agravamiento inflacionario dada la alta dependencia a las importaciones que tiene nuestra economía.  
Sin embargo, el encarecimiento de bienes importados, podría significar un final de fiesta para la clase media y alta que no le vendría nada mal al país si tenemos un poco de visión hacia el futuro.  

Si logran restaurar la confianza, es posible que puedan ir quitando el cepo cambiario en forma gradual. Pero ya se mencionó en ocasiones anteriores: este Gobierno no lo va a hacer

No queda otra que esperar. 


* A los viajes al exterior los consideramos como un bien de lujo. Además, el público está dispuesto a pagar más por dichos bienes suntuosos que en otros países, ya que considera muy barato el precio de la divisa. 

** La composición de dicho crecimiento también difieren. Mientras que aquí dependen casi en su totalidad del superávit comercial y los precios de los commodities, en los otros países de la región los resultados se dividen entre superávit de la cuenta capital y el superávit comercial. Si el ingreso de divisas por cuenta capital se traduce en un aumento de la IED, este podrá retroalimentar superavit comercial. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario