jueves, 6 de septiembre de 2012

Como perder al electorado en 10 minutos

Si creían que solo podía pasar en una película, ahora en nuestro país también sucede con los presidentes. Solo que la duración del proceso es menor al de la película de Kate Hudson y Matthew McConaughey.

Quizá en esta vida, nunca se llegue a saber quien asesora al Presidente de turno.

Varios años atrás, Fernando de la Rúa cometió la gaffe de ir al programa de Marcelo a compararse con Freddy Villareal, incurriendo en varias torpezas que significaron un punto de inflexión en su gestión. A partir del incidente de De la Rua marchando en forma errática por el estudio, las acusaciones de esclerótico* se multiplicaron. Es evidente que estuvo muy mal asesorado. 


Casos de Presidentes mandándose macanas hay por doquier. Pero lo ocurrido la noche del lunes es tremendo. En un contexto de medidas tendientes a embromar a gran parte de los sectores medios, los asesores de imagen de la actual Presidente no tuvieron mejor idea que cortar los programas más vistos (Showmatch, Graduados, Dulce Amor, etc) en pleno horario Prime Time, para que 20 millones de televidentes tuvieran que escuchar los logros del régimen.

Comentarios o tweets de partidarios del Gobierno del tipo: "se quejan de llenos", "se quejan de que no pueden ver la novelita", no reconocen una realidad: el tipo que llega cansado de una jornada laboral de 10 o 12 hs (teniendo en cuenta los traslados) no está para escuchar una hora de aburrida charla (con panfleto incluido) de un político. Tiene la necesidad o el gusto de ver deportes o programas de entretenimiento.

Además de causar el enojo de mucha gente, los que nos preocupamos por la economía nacional tenemos que escuchar barbaridades como ésta.

"EL TIPO DE CAMBIO NO ESTÁ RETRASADO"

Posiblemente, la frase más relevante para los economistas haya sido la que acabamos de citar. Así como en Página 12 suena a título glorioso, a otros puede parecerle bochornoso.

Por supuesto que es muy fácil decirlo sin explicar el porqué de dicha afirmación. Podemos enumerar muchos de los items que pasó por alto la Presidente a la hora de decir la inoportuna frase:
  • ¿Cómo es posible que el tipo de cambio no esté atrasado, si al mismo tiempo se advierte que la demanda de divisas es record?
  • Tampoco se da una explicación acerca de por qué el control de cambios instaurado es cada vez más férreo
  • ¿Por qué se bloquearon prácticamente todas las importaciones de bienes de consumo, insumos y servicios?
  • ¿Por que se consumen cada vez más bienes importados?
  • ¿Por que la industria depende cada vez más de los insumos importados?
  • ¿Por que el aumento de viajes al exterior y la merma en la cantidad de turistas extranjeros?
  • ¿cuá es la razón de que exista un mercado paralelo de divisas que está cada vez más alejado del mercado oficial?
La Presidente además, comete el error (intencional) de querer venderle al público de que el período 2003-2012 ha sido parejo con respecto al Tipo de Cambio Real y la competitividad de la economía. Seguimos siendo competitivos como cuando asumió Nestor. En 2003 la situación era otra: se estaba saliendo de una crisis fenomenal que dejó al menos un tercio de los recursos en estado ocioso. Además, la violenta devaluación de casi el 400% dejó a los salarios en dólares por el piso, hecho que te da competitividad por un tiempo (breve). 

Además, se olvida de que salvo en los primeros 3 o 4 años del modelo hubo inflación elevada que implicó un aumento en el costo de los factores productivos. 

También omite otros factores que determinan el grado de competitividad de una economía: la calidad en la educación, el nivel de capacitación del factor trabajo, la antigüedad del sotck de capital, la disponibilidad de insumos (nacionales o importados), la procedencia del insumo, la rigidez del factor trabajo, los costos laborales, etc. Ninguno de éstos, ha mostrado cifras optimistas.

Recordemos que la tasa inflacionaria ha sido mayor a la tasa devaluatoria. Suponiendo que se acepta como cierta la tasa de inflación elevada, la única forma de que la economía siga siendo competitiva, es que los otros factores extra-precio evolucionen muy favorablemente. Lamentablemente, además de no reconocerse la inflación, las otras variables no han evolucionado favorablemente.

También habla de la necesidad de tener el tipo de cambio en equilibrio. Acá es donde se nota que algunos abogados tienen mucho camino por recorrer en el campo de la economía: el equilibrio no es el que deseamos unilateralmente o el que decide Guillermo Moreno, si no que es determinado por las fuerzas del mercado. Por estos días, el tipo de cambio nominal esta por debajo del equilibrio (al precio oficial hay exceso de demanda, por lo tanto escasez de divisas).

* Es excelente el punto de vista al respecto que desarrolla Nelson Castro en su libro "Enfermos de Poder"

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