martes, 12 de agosto de 2014

Los buitres calientan la pantalla

Divino debate en el programa de Sylvestre por C5N. 


Lo que debía ser una discusión acerca de los fondos buitre, devino en una pelea entre economistas (o personas que dicen serlo) en la que se perdió el eje. El conocido D´Atellis fustigó a Jose Luis Espert con el as que todo K lleva bajo la manga: acusar a los demás de ser funcionales a los buitres y conspirar contra el interés nacional. 

Sin embargo, nadie sabe explicar que es más funcional a los buitres: si pagar cash la sentencia o la actual situación que forzó el Gobierno. 
Cumplir con la sentencia luego de haber agotado la ultima instancia judicial de apelación sin embarrar la cancha, quizás hubiese significado la solución a este conflicto. 
Esto es así porque se pagaría solo por mandato judicial y no por haber acordado con los buitres. De este modo se desactiva la cláusula RUFO. 

Los economistas oficialistas siembran el terror con esta cláusula. La utilizan para justificar el desacato. Luego del no cumplimiento y la lluvia de declaraciones por parte de los funcionarios, es conveniente no hacer nada hasta Enero de 2015. Se desconoce la real intención de Cristina: si va a pagar o no. 

EL DÉFICIT FISCAL

No se entiende como puede haber gente que niegue lo que Espert menciona: vivimos incurriendo en crisis de deuda porque pasamos la mayor cantidad de años inmersos en déficit fiscal. En otras palabras: nos endeudamos para bancar el déficit fiscal y no para financiar inversiones en capital e infraestructura. 

¿Que significa esto? Muy simple, lo que uno pide prestado debe devolverse (incluyendo el interés claro está). Si uno no genera las condiciones necesarias para devolver lo adeudado, la cuenta se va agrandando paulatinamente. 
En este país no solo no se generan tales condiciones, si no que se gasta cada vez más. Y ese gasto debe financiarse de alguna forma. 

Delgado* tiene razón en distinguir las causas del actual litigio con los llamados Fondos Buitre con otros defaults del pasado. Si individualizamos el hecho, podría decirse que no hay correlación entre las dificultades que el país deberá afrontar por no cumplir con el fallo de Griesa y las dificultades que afrontó en el pasado, por ejemplo, con la declaración unilateral de default en el año 2002. Es pura y exclusivamente elección del Gobierno haber caído en tal situación.

De todos modos Espert siempre tiene razón cuando nos habla de esos 50 años sumergidos en déficit fiscal ya que en ultima instancia, el mismo constituye uno de los hechos generadores de un default. Sobre todo si se vuelve infinanciable**. Es el déficit fiscal el que nos ha llevado a dilapidar las reservas de divisas, que derivaron en la necesidad su utilización para pagar los compromisos externos.

En 10 años de modelo, el gobierno ha elegido no endeudarse con el mundo para bancar el gasto público (siempre en aumento). Pero desde el acuerdo con YPF al arreglo con el Club de París, los funcionarios habían dado todas las señales posibles de que planeaban utilizar esa vía de financiamiento. Quizás se dieron cuenta de que la fiesta de la emisión monetaria para bancar el gasto había hallado un límite. La actual situación de default en la que se encuentra el país obliga al Gobierno a elegir entre recortar el gasto público o aumentar la emisión monetaria para sostenerlo (en niveles reales). Se da por finalizada la intención de endeudarnos para sostener la fiesta. Que no nos sorprenda asistir a un escenario de incendio inflacionario. 

Tanto Bercovich como D´Atellis utilizan MAL la palabra ajuste ya que la utilizan en seco y no acompañándola con el termino fiscal. A su vez, engañan al ciudadano de a pie cuando emparentan al temido recorte fiscal con un eventual ajuste en Educación, Salud, Defensa, Seguridad o Desarrollo Social. O sea, generalizan para desacreditar al economista ortodoxo

La realidad indica que el Gobierno que aboga por el gasto público para sostener la actividad ha descuidado terriblemente a los sectores citados: las escuelas se caen a pedazos, los docentes viven de paro en paro, los hospitales están en un nivel lamentable, faltan los insumos; las fronteras son un colador y la población civil está asolada por la inseguridad y el narcotráfico. Todo esto en un contexto de presión impositiva récord. 

Cuando se habla de recortes, los economistas centrados se refieren a que hay sectores en los que se puede tranquilamente actuar sin necesidad de afectar los servicios esenciales para los contribuyentes. O sea, empezar a eliminar gastos innecesarios. Aerolíneas Argentinas, Fútbol Para Todos, funcionarios y familiares ñoquis, etc. Nombrar 7000 nuevos ñoquis en un contexto deficitario, es un hecho que obliga a darle la razón a Espert. 

Es preferible desgravar el consumo o quitar presión impositiva a sectores productivos por el costo que implican esos 7000 nuevos ñoquis, que inventar una nueva oficina burocrática para albergar a los mismos. 

Al mencionar la palabra ajuste y no el término ajuste fiscal, los dos economistas k le dieron la posibilidad al calvo representante de los buitres de que los retrucara con un hecho que es muy cierto: el ajuste ya se está dando. El sector privado ajusta salarios por debajo de la inflación; ajusta puestos de trabajo; ajusta el consumo, etc. 

Quienes nos gobiernan, evidentemente no entienden que hay un problema. 

* Uno de los participantes en el debate de referencia
** Recaudación y/o emisión monetaria. 

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