jueves, 22 de agosto de 2013

Se están quedando sin reservas en el conurbano montrealense

Nuestra Presidente, que no se cansa de criticar a los medios, cada día que pasa, demuestra de forma contundente la tesis de Nelson Castro acerca del Sindrome de Hubris que afecta a la mandataria.

Textual de nuestra Cristina:
"Dicen que nos estamos quedando sin reservas; tenemos 37.000 millones de dólares; Australia, 50.000, y Canadá, 66.000 millones de dólares", explicó. "Estos 37.000 millones de dólares en relación con el PBI representan un 7,8%. Los 50.000 millones de Australia representan un 3,3%. Australia tiene menos de la mitad de las reservas que tenemos nosotros con un PBI mucho más alto y nadie pone en discusión su solvencia fiscal"
Es bastante raro que, contando con la posibilidad de tener un millón de asesores económicos que puedan ayudarle a elaborar un discurso sin la necesidad de caer en postulados gorilones, Cristina haya decidido decir en público semejante gansada (¡che asesor, hace algo que la estás hundiendo!). 

Es descabellado comparar una economía sub-emergente como la nuestra con la de países no solo avanzados en lo que respecta al nivel de ingreso per cápita, si no también en todos sus indicadores socioeconómicos. En otras palabras: Cristina compara a un país socialmente avanzado como Canadá o Australia con nosotros, simplificando todo al hecho de tomar una especie de coeficiente RESERVAS/PBI.

La comparación entre países emergentes y desarrollados no parece muy viable. Mientras que el primer grupo generalmente utiliza con monedas de curso legal más débiles que el dólar estadounidense, los avanzados tienen monedas de gran aceptación por parte del público que son casi tan fuertes como la divisa yanqui. Hay que preguntarle a un australiano para que querrá un dólar norteamericano, si confía plenamente en su moneda. Por estos pagos, en cambio, un gran porcentaje de los precios domésticos están denominados en divisa.
Esto va de la mano con la relevancia que le pueda llegar a dar la economía de un país a las reservas. Ergo: acá tienen mucha importancia, mientras que en Canadá o Australia no tienen tanta.

Además, hace uso del clásico relato kirchnerista de siempre: a la Presidente no le interesa la evolución de las reservas según el paso del tiempo, si no que solo se fija en el valor nominal actual. Ayer, US$ 50.000 M eran mucho; hoy US$ 37.000 representan un montón  Seguramente cuando tengamos US$ 20.000 M, la Presidente pondere esa cifra como histórica.
El relato omite la evolución y todo suceso pasado que no convenga. 
Tampoco importa si los otros países de la región (más parecidos al nuestro) evolucionan mejor que nosotros.

Tampoco revisan la composición de las reservas ni el balance del BCRA para sacar conclusiones. Supuestamente hay US$ 37.000 M y punto. No interesa que en realidad haya una cantidad sideral de papeles pagadios, y un aumento exponencial de la deuda pública por parte de la entidad monetaria. Tampoco importa el hecho de que hace un par de años, el BCRA tenía US$ 51.000 M. No interesa que el BCRA ya no sea independiente y pueda utilizar las reservas que aún tiene, para afrontar el pago de intereses y vencimientos de la deuda externa.

Tampoco importa demasiado que el tipo de cambio real se siga apreciando producto de una tasa inflacionaria en ascenso, con consecuencias negativas sobre el superavit de la balanza de pagos. Con lo cual, se refuerza la tendencia a la baja en el nivel de reserva de divisas.   

Para la Presidente, no son relevantes los métodos que elige el gobierno para defender las reservas: cepo al dólar, imposibilidad de girar divisas al exterior, límites a las importaciones, obligar a los exportadores a liquidar todo en un determinado período de tiempo, etc. Cuando toca hacer algún comentario al respecto, tenemos reservas suficientes como para tirar manteca al techo. Pero a la hora de los bifes la realidad es otra, ya que les preocupa y mucho la evolución menguante del nivel de reservas.
Recordemos que los países mencionados por Cristina con menor relación reservas/PBI, no atraviesan por ninguno de estos traumas. 

Ya cansan con el uso del indicador PBI para medir las bondades de la década ganada. ¿Por que no utilizan el PBI per cápíta para compararse con Australia o Canadá? ¿No será que el PBI per cápita argentino es entre 4 y 5 veces menor al de dichos países?
Es más, en la propia comparación que hace la Presidente, se admite "con un PBI mucho más alto"

DESEMPLEO

También cansan con la publicación de datos FALSOS acerca del desempleo. Peor es cuando comparan con otros países. La ceguera es total..

Acá tampoco interesa la composición de los indicadores: la tasa es del 7% (y algo más) y esa resulta la cifra concluyente. La década ganada, simplemente ganó como nunca en la creación de empleos públicos de escasa o nula productividad. Los planes "Argentina Trabaja" o "Jefes y Jefas" (sustituidos progresivamente por otros) consisten en emplear gente para realizar tareas de muy baja productividad, haciendo uso de fondos públicos.

Pero la creación de empleos privados está estancada desde hace algunos años y su crecimiento siempre fue menor al de los empleos públicos.

Digamos...ejemm.. DESEMPLEO ENCUBIERTO. La realidad es que si no fuera por el aporte directo o indirecto del Estado, el desempleo posiblemente supere al que tienen algunas economías desarrolladas peores que la nuestra.

En fin, por reparar en la paja en el ojo ajeno no están viendo la viga que se les está por caer encima. Los comparadores seriales que nos gobiernan continuamente buscan ese hueco, esa filtración que nos de la ventaja de sentirnos los namber uan mundiales. Aunque sea por un rato... hasta que observemos otro dato y nos demos cuenta de que en realidad, somos de cuarta.

No puede ser mejor un país que tiene 10% de inflación (por que miente), que otro que crece y tiene 1,5%. No puede ser mejor un país en el que se invierte cada vez menos que otro en el cual las inversiones llueven. No puede ser mejor un pais en cual la inseguridad va en aumento con respecto a otro en los cual ese es un tema olvidado. No puede ser mejor un país que no puede celebrar una licitación trascendental en forma transparente, que otro en el cual las instituciones funcionan normalmente.. o casi.

La maestra de segundo grado siempre decía: "no compares manzanas con pajaritos".  

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