jueves, 11 de abril de 2013

Como cocodrilos hechos cartera

La sociedad parece que nunca va a despertarse. Sigue fresco todavía el recuerdo de las inundaciones en La Plata y Capital, con todas sus víctimas y responsables. Siguen las acusaciones mutuas entre los funcionarios responsables de la debacle. 

Se pueden observar todavía las quejas de los afectados acerca de la mala atención recibida por los funcionarios y la responsabilidad de los mismos en la prevención de la catástrofe. Lo que no se tiene claro, es cuánto tardará el electorado en hacerles pagar el costo en las urnas a los políticos a cargo de sus respectivos gobiernos. Por que la realidad es que el Estado estuvo prácticamente ausente en las peores horas de los damnificados. Ahora los funcionarios (sobre todo los nacionales) se pavonean por radios y programas de TV oficialistas, haciendo alarde de la coordinación y los planes que tienen para con los inundados. Pero la realidad es que la solidaridad de los privados junto con la ayuda mutua de los vecinos, contribuyeron a que la catástrofe no fuera peor. 

¿Seguirá siendo Scioli el "niño mimado" de la prensa, los encuestadores y los analistas políticos? ¿Podrán seguir exhibiendo los K, el 54% como un logro cercano e invencible? ¿Hasta cuando el pueblo va a seguir tolerando la corrupción, el clientelismo, la inflación, la mentira del INDEC, la prepotencia, la dependencia de los gobiernos provinciales, la violencia y todos los desaguisados que en un país normal, son castigados por el electorado?

Últimamente están sucediendo hechos de gravedad inusual, para los cuales, los políticos hacen oídos sordos. La sociedad hace su contribución cuando llega el momento de votar. Nadie se va a acordar de los 51 muertos en Once hace un año. Nadie se va a acordar de quien sabe cuantas víctimas hubo en la catástrofe ocurrida durante el fin de semana pasado. Es muy probable que el mismo vecino de Tolosa que hoy escupiría en la cara a Alicia Kirchner, en Octubre la votaría con ganas. 

LA FIESTA DEBE SIGUIR

Una vez concluido el duelo y la conmoción generada por el desastre natural, la política nacional volverá a su cauce normal

-El ataque a la Justicia no tardará demasiado en regresar. De hecho, ya hay 6 proyectos de ley circulando por el congreso*. 

-El Gobierno nacional seguirá utilizando el desastre para pegarle a Scioli y a Macri. No es buen negocio: tiene un alto grado de responsabilidad en Capital Federal. En Buenos Aires,  también. 

-Los empresarios, temerosos de mayores controles o acciones directas que pudieran arruinar todavía más sus negocios, continuarán agachando la cabeza ante los patoteros. 

-La inflación y todos sus derivados (dolar blue, paritarias, paros docentes, etc) volverán a ser noticia en algunos días. Pero no habrá soluciones posibles para esta problemática. Los problemas y cuellos de botella presentes en la economía desde hace ya varios años, seguirán pateándose hacia adelante.


-El Vicepresidente motoquero y rockero seguirá haciendo de las suyas. Mientras acumula denuncias, permanece en su cargo con sonrisa y guitarra. Poco serio.


-Se seguirán utilizando fondos públicos para fines políticos y proselitistas. Lo de Tecnópolis a esta altura es increíble: la instalación del complejo es responsable directo de las inundaciones en barrios aledaños. Se taparon arroyos y deforestaron grandes terrenos para la construcción de un stand en este espacio de propaganda política. Pero no termina ahí: para su construcción, se han desviado fondos para obras hídricas que hubiesen contribuido a evitar inundaciones en campos bonaerenses. Las inundaciones del fin de semana pasado, reavivan la polémica. En su momento, se sospechó de la poca transparencia en los procesos licitatorios para la construcción de Tecnópolis. 

-Otros vicios, como el "Fútbol Para Todos" o el gasto en Aerolíneas Argentinas, seguirán tan vigentes como siempre. Son pequeñas manchas puntuales que bajo una mirada "generalista" no insumen demasiados fondos. 

¿que son hoy en día $ 10.000 M? Simplemente podrían convertirse en una obra de infraestructura que le salve la vida a cientos de miles de contribuyentes. Pero la vida de quienes sostienen al Estado, no parece importarle demasiado a sus administradores. 

EX-POST: con el proyecto de Ley de "democratización de la justicia", el tema de las inundaciones ha quedado casi sepultado

* Con dictámen aprobado 

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