jueves, 21 de marzo de 2013

Tema del momento: el atraso cambiario

Agotada la insistencia de los economistas en remarcar los problemas puntuales de nuestra economía, ahora todos ponen el foco en una de las raíces: el atraso cambiario.
Después de padecer durante tanto tiempo estos dilemas, están comenzando a cruzarse las consecuencias: alta inflación durante mucho tiempo genera atraso cambiario, y el mismo, combinado con las ineficaces medidas del gobierno para controlar el aumento de los precios, realimenta la inflación

Simplificando, el llamado "atraso cambiario" sucede cuando el porcentaje de aumento en el nivel general de precios doméstico supera al porcentaje de variación en el tipo de cambio nominal (oficial). 


TCR = (E P*)/P

Donde E es el tipo de cambio nominal bilateral, P* es el indice de precios del país extranjero y P el indice de precios doméstico. Si dividimos las magnitudes, obtendremos el valor tipo de cambio real. La disminución de este coeficiente nos indicará cuanto se reduce el TCR en un período de tiempo que determinemos de modo arbitrario. Para regresar al punto deseado (que puede no ser el equilibrio) hay que ajustar precios internos o tipo de cambio nominal ya que P* es exógeno. 

No vale la pena ahondar sobre las causas de esta situación que se viene presentando desde hace rato, ya que es mejor escuchar las explicaciones de los especialistas. 

Si tomamos como ciertos los datos oficiales, éste es un problema que no debería preocupar. Es una pena que el desempeño de la economía y las medidas de emergencia que toma el Ministerio de Economía, sean los propios encargados de "deschavar" la realidad:
  • ¿Existirían los controles de cambio tan estrictos si el atraso cambiario no fuera tal?
  • ¿Es lógico que haya trabas a las importaciones si está todo bien al respecto?
La respuesta a todo esto es NO. Si todo transcurriera como nos indica el mundo rosa del oficialismo, no sería necesario andar escribiendo esto. Ante todo, hay que mencionar que los datos que proporciona el INDEC hace rato que no son creíbles. De este modo, la posición del gobierno cae en descrédito automáticamente.

LOS CONTROLES DE CAMBIO

La idea del gobierno de desterrar el uso de otras monedas es más que loable. Sin embargo,  el accionar oficial es el primero que conspira contra los propios anuncios. Con la forma en la cual se aplican los controles de cambio, es imposible fomentar el uso de nuestra moneda. 

El cepo cambiario, no es solo un problema para ahorristas en divisas o viajeros ocasionales (como suele relativizar la gente del Gobierno). Afecta gravemente la inversión extranjera directa ya que se han bloqueado todas las operaciones de reparto de utilidades y giros al exterior. Quien tenga la intención de invertir y no tenga la libertad de hacer lo que quiera con sus utilidades, puede elegir algún país de la región que le proporcione la seguridad necesaria. El costo de oportunidad es enorme: miles de millones de dólares en inversión física que no ingresan, puestos de trabajo nuevos que se pierden y algún que otro punto porcentual en el crecimiento del PBI que se resigna. 

Otra cosa: la escasez de divisas en el mercado, genera la aparición de mercados paralelos en el que se negocia un excedente marginal a precios mayores. No es otra cosa que el dólar blue. 

LAS TRABAS A LAS IMPORTACIONES

Por más que algún que otro ministro ligado al tema de la producción* intente justificar inocentemente que las divisas que se niegan al público minorista, son las que se utilizan para sostener el proceso de sustitución de importaciones de este glorioso modelo, la realidad es que el grueso de las empresas (sobre todo PYMES  o proveedores de servicios de post-venta) tiene muchas dificultades para obtener los insumos necesarios para llevar a cabo el normal funcionamiento de su actividad productiva. En caso de que la empresa en cuestión consiga los insumos importados, aunque no haya problemas para sostener el nivel de producción, debe incurrir en costos tanto monetarios como de tiempo. 
En fin, muchas empresas terminaron cerrando, suspendiendo personal o reduciendo horas, pero no exactamente por una eventual caída de la demanda. 

De este modo: ¿Es posible que la industria local (de bienes de consumo) compita con el resto del mundo, si por simples trabas burocráticas tenemos un componente adicional en los costos de producción? ¿que sucede si a eso le adicionamos los conflictos gremiales, la inflación elevada y demás pormenores de la economía?... En fin, el resultado es que hay menor competitividad y avalancha de productos importados. El Gobierno, simplemente, frena la importación de bienes de consumo para evitar el ajuste vía devaluación, que en una economía dolar-dependiente como la nuestra va a ser inevitable, hecho que se refleja en la cotización del dolar blue

Pero no termina ahí. Si un país X detiene las importaciones provenientes del país Y, es muy posible que Y no se quede de brazos cruzados: en algún momento los productos de X sufrirán el mismo trato por parte de Y.. Se agudizarán los problemas en el sector exportador. Se combinan problemas de competitividad con falta de mercados.

Ergo: ATRASO CAMBIARIO.

*Lease, Debora Giorgi o Julio De Vido. 

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