martes, 30 de octubre de 2012

Cuando los problemas no se solucionan..

Sucede con frecuencia en estos últimos tiempos. Todo problema económico o político que emerge no se soluciona, si no que se patea para adelante o se intenta dejar en el olvido sin satisfacer al demandante. O al menos intentar una negociación que la deje picando del otro lado. Es la metodología utilizada por el Gobierno para no resolver ningún problema.

Lo sucedido con el caso de la Fragata Libertad es fiel reflejo de lo mencionado en el párrafo anterior. 

Hace algunos años, se logró convencer a la gran mayoría de los afectados por el default que dieran por perdida una gran porción del capital que habían arriesgado al confiar en nuestro país, hecho que resultó ser una quita de deuda monstruosa. Lamentablemente, nunca es posible convencer a todos. Menos a un fondo buitre. Había que renegociar con quienes no aceptaban las condiciones ofrecidas por el Estado argentino. La renegociación, hubiese implicado una fuerte pérdida para quienes se habían resignado aceptado la quita de deuda y un triunfo de quienes esperaban sacarle más jugo a la situación. Pero le daría solución a este problema que parece no terminarse nunca. 

Quienes perseveran en pos de conseguir un mejor acuerdo, son los despectivamente conocidos como "fondos buitres". También hay acreedores individuales que no tienen poder de negociación ni llegada a las Cortes Supremas de países del primer mundo.

Como no hay respuestas por parte del Estado argentino, los demandantes se resignaron a intentar trabar embargo de cualquier bien nacional que ande dando vueltas por el mundo. Sean inmuebles, vehículos o fragatas, los buitres solo necesitan que un Juez colocado por el Grupo Clarín falle a favor de ellos en caso de registrar algún que otro descuido. No hay que ser  injustos: el embargo de la fragata Libertad viola una serie de tratados internacionales, siendo muy débiles los argumentos legales del Juez Ghanes (que se puso al servicio de los buitres).

En fin, la solución a la que recurrieron las autoridades nacionales fue la más fácil: se denuncia una conspiración y se entrega el bien sin aceptar arrodillarse ante el imperio (ergo, sin negociar). Nunca se remitieron a solucionar el problema de raíz, que consistía en ofrecer mejores condiciones a los bonistas relegados

Esto que sucedió debería ser tomado como advertencia para el Gobierno de que en el futuro los dolores de cabeza pueden ser mayores*. 


Queda en evidencia también, la falta de apoyo internacional que tiene nuestro país en el mundo. No fueron en vano las advertencias que se hicieron durante tantos años acerca de los peligros que podrían acarrear las restricciones comerciales, las peleas constante con el resto del mundo, el cierre al mercado de capitales, la falta de garantías jurídicas y de previsibilidad o la búsqueda incesante de aliados tóxicos como Chavez o Ahmadineyad. Por supuesto que no faltaron los funcionarios que en su momento se mofaban de los críticos, mostrando cifras de superávit gemelos, de aumento de la inversión pública o cualquier estadística que pareciera promisoria. Sin embargo, hoy son los mismos que se cubren con discursos revolucionarios anti-imperialistas, despotrican contra los medios de comunicación o que salen a suplicar ayuda después de mil desplantes. Una pena..

Cabe aclarar que el drama de la fragata no es el único. Un cóctel de medidas explosivas explica como reacciona el Gobierno ante problemas que nunca se empeñó en solucionar. Con el ejemplo de la Inflación podemos ilustrar tal metodología:
  • Como nunca quiso o pudo solucionar la elevada inflación que empezaba a manifestarse por errores pasados en la aplicación de políticas fiscales, monetarias y cambiarias, empezó a modificar estadísticas con la esperanza de que la Economía se adecue a números sin credibilidad. 
  • Como no funcionó lo de las estadísticas falsas, comenzó a sancionar a quienes publicaran estadísticas más creíbles. 
  • Como no solucionó a tiempo el problema inflacionario que en el fondo admiten (si no, no intervendrían el INDEC), creen que la única forma de que no se profundice el problema es anclando el tipo de cambio nominal y no bajo los procedimientos normales.
  • Pero no solucionaron el problema y el NGP sigue elevándose. El ancla en el TCN solo contribuye a atrasar el Tipo de Cambio Real (devaluación por escalera, precios por ascensor). La divisa se vuelve barata para los locales.
  • Como el Gobierno tampoco solucionó los problemas de inseguridad jurídica (auto generados), no solo no llegan las IED, si no que comienza la fuga de capitales a raíz del abaratamiento de la divisa comentado en el ítem anterior y la pérdida de confianza en la moneda local, decidieron evitar la fuga de capitales estableciendo diversas dificultades (llamadas "cepo"). Además no solucionaron tampoco los problemas energéticos originados a raíz de la pésima política de subsidios, lo que contribuye a reforzar las restricciones.
  • Cuando la divisa se vuelve barata, el sector externo siente el cimbronazo: aumentan las importaciones mientras que las exportaciones se reducen (por falta de competitividad). Como no han solucionado este problema, ponen trabas a las importaciones. Se genera escasez de bienes finales y aumentan los precios. Se genera escasez de insumos industriales y se frena la actividad, se reduce la oferta de bienes finales y se vuelven a elevar precios, generándose un circulo vicioso. 
Y podemos seguir.. 

En definitiva, el método utilizado por el Gobierno es el de colocar un parche encima de otro colocado con anterioridad. Nunca se atina a reconocer y solucionar el problema de raíz. 

Muchos economistas afirman que el problema inflacionario surge en 2004, cuando Néstor Kirchner despide a Prat Gay de la presidencia del BCRA. Al desaparecer el esquema de metas de inflación, comienza a despuntar el escenario que tenemos en la actualidad. También puede ser cierto lo que se dice aquí (jajajaja)

Hubo muchas oportunidades para subsanar el error, pero fueron ignoradas con altas dosis de irresponsabilidad. No alcanzó con la impericia de Martín Redrado para frenar los altos indices inflacionarios, si no que, en un ataque de responsabilidad y apego por las instituciones por parte del funcionario**, decidieron echarlo y poner en su lugar a la peor presidente de bancos centrales del año, profundizando el problema inflacionario (emisión descontrolada, uso del BCRA para fines gubernamentales, etc). No parece posible juzgarla luego de haber dicho esto
--------------------------------------------------------------------------------------
* Podría ser un "default por rebeldía", ya que nuestro país aparentemente cuenta con la capacidad de pago suficiente como para cubrir a los holdouts 
** Recordemos la negación de Redrado a sacrificar reservas para pagar deuda externa. Hizo lo que corresponde a cualquier Presidente de Banco Central.

No hay comentarios:

Publicar un comentario