viernes, 28 de diciembre de 2012

Rosario, la ciudad arruinada por la bonanza económica

Luego de 3 años de recuperación y 7 de bonanza y crecimiento de la economía nacional, algunas ciudades muestran un deterioro tal que parecen emplazadas en otro mundo. Encontrarse en alguna parte del conurbano bonaerense o barrio periférico de alguna ciudad argentina, es más parecido a estar en África o algún país tercermundista asiático, que en el país que nos vende el centro cívico o los paseos y atracciones turísticas de cualquier ciudad nacional.

Servicios insuficientes, infraestructura destruida, colapsos varios (ejemplo: aumento tremendo del parque automotor, pero 0 inversión en infraestructura) son varios de los problemas comunes que podemos observar en casi todas las ciudades argentinas. A excepción de ciudades como Mendoza* o Santa Fe, casi todas han sido picadas por el mismo bicho.

Está claro que hay una importante responsabilidad del Estado nacional, que a la hora de asignar recursos abundantes (que ahora no tenemos) ha sido pésimo.
  1. Obras y montajes de obras que nunca se realizaron, con el pobre objetivo electoralista de hacer una anuncio
  2. Sobreprecios y corrupción
  3. Plazos de obra totalmente incongruentes con los trabajos a realizar**
  4. Utilización de los recursos para cubrir gastos corrientes
  5. Aumento de los gastos corrientes
  6. Inflación elevada que desvirtúa todas las variables económicas
  7. Subsidios energéticos increíbles con pobres resultados: desinversión, escasez y colapso del sistema energético
Mucho anuncio de que la economía argentina creció como nunca, pero muy poca correlación con el actual nivel de vida de la población que debe incurrir en costos provenientes de externalidades que los distintos niveles de gobierno no internalizan. Lo peor del caso, es que los contribuyentes (o al menos una parte) financian la acción ineficiente del Estado.
  1. Calles inundadas y pérdidas económicas de los privados. Barrios marginales bajo el agua con consecuencias sociales.
  2. Corte del suministro de energía: la probabilidad de corte se eleva ante una tormenta o un día de 35° C. Los servicios públicos en general, prestan malos servicios. 
  3. Colapso vial, tanto en rutas como en las ciudades. Hasta los semáforos tienen problemas de mantenimiento. Amortiguadores y otros atenerse a las consecuencias de circular por una simple calle.
  4. Déficit habitacional. Planes de viviendas a medias. Corrupción y clientelismo. Exiguos los créditos hipotecarios y solo para privilegiados. En el medio, millones de personas que no pueden acceder a una vivienda propia. 
  5. Pésimas las prestaciones de salud pública. Hospitales públicos al borde del colpaso. Corrupción y recortes en las prestaciones por parte del PAMI y otros prestadores. 
  6. Inseguridad. Poca presencia del Estado tanto en lo que respecta a la prevención como a la acción directa.
  7. Educación pública: un desastre. 1 de 2 termina la secundaria. Poca capacitación. Población cada vez menos productiva. Consecuencias futuras sobre la competitividad de la economía y la productividad de los factores. 
Aclaremos: la responsabilidad no es solo del gobierno nacional, sino que es de todos los niveles de gobierno. 

ROSARIO

Me animo a establecer como ejemplo Rosario, por que es la ciudad en la que resido.

Rosario es gobernada por el Partido Socialista desde hace más de 20 años. Luego de las buenas intendencias de Hector "Tigre" Cavallero (que después terminó apoyando a Menem) y de Hermes Binner, llegó la pasividad de Miguel Lifschitz (con efecto arrastre de Binner) y la actual conducción totalmente errática de Monica Fein (por ausencia de un antiperonismo fuerte). El desgaste es evidente. 

A los errores de gestión local (un poco por incompetencia, otro poco por falta de fondos) hay que sumarle la grave situación social de muchos habitantes de la ciudad, que en lugar de mejorar su nivel de vida, se han ido excluyendo todavía más del sistema. Nunca se solucionó el problema que nos dejó el neoliberalismo de los ´90 (desempleo y exclusión social). Había quedado en Stand By durante los primeros años de recuperación de la economía.

Nunca se aprovechó el viento de cola. Al margen de la necesaria reparación de accesos y rutas (en el caso de los accesos, con financiamiento externo), la creación de nuevas avenidas en sectores paquetes de la city o los nuevos barrios residenciales de alta gama que combinan inversiones privadas con acción del Estado, en Rosario hace 20 años que no se arregla una calle***. 
En lo referente a políticas sociales, hubo un pequeño avance hace varios años en lo referente a la urbanización de las villas de emergencia. Pero al parecer, quedó todo inconcluso.

En fin, en la actualidad la excusa es que no hay plata. Todo lo que pudieron hacer, es pintar carriles exclusivos y varios km de ciclovías en algunas avenidas aptas para el tránsito pesado. Soluciones europeas para los problemas de una ciudad subdesarrollada. Sin embargo, los críticos rossistas de la gestión municipal, no van a admitir que Rosario se encuentra en desventaja con respecto a otras ciudades, en lo referente a obras públicas y transferencias directas desde el Gobierno Nacional****. Cuando surge un proyecto importante, la nación debe avalar los créditos para la obtención de los fondos necesarios. Está claro que no lo hacen para que sus diputados locales o concejales obtengan beneficio político por criticar a la gestión municipal. 
Si la población en su totalidad, entendiera que los llamados empréstitos son vitales a la hora de obtener fondos para inversión pública de importancia, estos manotazos del ahogado de funcionarios y políticos desprestigiados no tendrían el menor efecto. 

Cabe aclarar que en estos últimos años ha vuelto con fuerza el fenómeno de las villas de emergencia y los bolsones de pobreza, en los que conviven cada vez más personas que no saben lo que es trabajar con algunos pocos trabajadores que no han podido irse de esos lugares. No es posible determinar con facilidad si se trata de pobreza económica o estructural. En el primer caso, se soluciona con dinero. En el segundo, con políticas de estado a largo plazo en las que una obra más no soluciona ningún dilema. Al primero, lo solucionaron parcialmente con las AUH y planes trabajar. El segundo se ha profundizado. Estos problemas son responsabilidad del Gobierno nacional. 

LOS HECHOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS

Siendo honesto, el tema se destapa a causa de una seguidilla de tormentas y precipitaciones que dejaron la ciudad en estado de desastre total. 


Es imposible digerir las declaraciones de un diputado opositor a la intendencia socialista en las que no relaciona los hechos de violencia causados por una histórica tormenta***** con la situación social límite de una gran cantidad de gente en situación de desamparo ante desastres naturales. Ergo: desligar la gran responsabilidad que tiene Gobierno Nacional de no haber mejorado la situación de toda esa gente que estuvo prácticamente todo un día contando las cosas que le quedaban luego de la inundación. Gente que está afuera del sistema formal y vive de lo poco que el Estado está dispuesto a darle. Ver mucha gente acostumbrada a recibir algunas migajas que esperan que el Estado les de una pieza de pan en situaciones de emergencia como la que se vivió en Rosario. Gente que está igual o peor en términos sociales que hace 11 años, cuando ocurrió la debacle del Gobierno de De la Rúa.  

Sumemos la inacción e ineficiencia del Estado para controlar la protesta callejera. Las políticas garantistas tanto nacionales como la de los gobiernos provinciales, han generado una evidente situación de anarquía en la que el que protesta se convierte en el rey de la calle. Pocos efectivos policiales en las calles, ordenes de no reprimir protestas violentas, allanan el camino de quienes, por motivos válidos o no, perturban la vida a otros habitantes. 

Muchos dicen que "no se puede comparar la situación actual de la Argentina a la de hace 11 años atrás". Puede ser: quienes sufrían el hambre y desamparo a principios de este siglo, hoy tienen algo de dinero y quizás menos hambre. Sin embargo no solo tenemos gente con más dinero, sino que también tenemos inflación elevada. A la larga, el ingreso disponible es cada vez menor, por lo que el resultado tiende a ser el mismo que en diciembre de 2001. 

Mientras tanto, el Jefe de Gabinete sostiene que estuvo todo armado por los sindicalistas opositores. Allí es adonde demuestra su escaso contacto con lo que está afuera del termo en el que vive: yo pude observar personalmente a cientos de personas navegando en el barro y las calles destruidas, que nada tienen que ver con el siniestro Moyano. Se podía notar la tensión que había en los barrios en aquellos momentos. 

Es posible que algún mal intencionado haya corrido la voz. Pero había mucha gente que parecía tener la necesidad de formar parte de la turba que saqueaba comercios. Incluso aceptando la teoría conspirativa del Jefe de Gabinete de que los saqueadores eran personas con malas intenciones, la cantidad de gente que había no parece ser una buena señal de que "estamos mejor". Esto último no parece ser cierto

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* Es una ciudad muy pequeña.
** Ejemplo: la ampliación de la Avenida de Circunvalación en Rosario.
*** Hubo una pequeña reacción del gobierno municipal, tras una tormenta en 2007 en la que llovieron 7 días seguidos. Se arreglaron algunas calles principales por las que circula mucho caudal de transito y Transporte Urbano de Pasajeros.
**** No hay que ir muy lejos: Granadero Baigorria.
***** Tormenta en la que llovieron 150 mm en 7 hs y la intensidad fue récord. 

viernes, 7 de diciembre de 2012

El Gobierno ya ganó

A esta altura del partido, el resultado de lo que denominamos "7D" ya es historia. La derrota judicial todavía no es total por que el Gobierno aún tiene la posibilidad de recurrir a la Corte Suprema para que revea el caso. Pero no hay muchas posibilidades de que prosperen sus demandas contra la Cámara en lo Civil y Comercial, ya que el Gobierno se peleó con jueces de todas las instancias, que han resultado fortalecidos de manera exponencial en estas últimas semanas. 
Se intentó dilatar y presionar a los magistrados de todas las formas posibles, pero aún así sostuvieron firmemente una posición lógica: no es viable que la AFSCA concurse el las licencias y los bienes de Clarín si todavía no hay sentencia firme*. Conclusión: se gastaron muchas energías en un conflicto inútil.

Aún así el oficialismo ha logrado que los medios inunden sus páginas con sus andanzas judiciales (tanto en la ANSES como en el caso de Clarín), las serias investigaciones del detective P/12 en contra de gobiernos provinciales de distinto signo político o las polémicas leyes aprobadas a libro cerrado con más contenido político que utilidad para el público. No se habla de inflación, de que hay problemas energéticos, de que la construcción está frenada por la aplicación de medidas pésimas, que el empleo dejó de crecer, de las molestias que causan en el público con sus medidas autoritarias, o de los horribles casos de corrupción que cometen funcionarios del gobierno. Si se habla de asuntos relacionados con la economía, es todo para decir que vivimos en un mundo rosa.

Ergo, objetivo cumplido: el público ya no presta atención a temas más importantes como la inseguridad o la marcha declinante de la economía, si no que permanece atónita ante los conflictos que plantea la gente del Gobierno. En el mejor de los casos, la gente reconoce los problemas pero desiste de realizar el reclamo correspondiente. 

Parte de la población pareció despertarse el pasado 8 de noviembre. Pero el oficialismo acude siempre a la misma estrategia: dejar que el agua corra bajo el puente y esperar mejores tiempos para inflamar la economía nuevamente con emisión monetaria y política fiscal ineficiente. Se trata de esperar la oportunidad para llenar el bolsillo del contribuyente y torcer las decadentes encuestas. 

Es que el Gobierno hace bastante que dejó de gestionar. Todos los desmanejos que vemos hoy, son producto de años de inacción oficial. 

El único funcionario que parece hacer algo por la población es Sergio Berni, el Secretario de Seguridad
 Congratulations.
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* ¿Que hubiese pasado si Sabatella concursaba las licencias de Clarín, pero dos semanas después, el Juez de la causa declaraba la inconstitucionalidad de los dos artículos que afectaban al Grupo de medios?